Primero de todo aclarar que en la indecisión comentada anteiormente, que sepaís que le dejé la percha, no soy tan mala, y tampoco le dije nada. En la segunda indecisión aún sigo esperando respuestas.
El título que le he puesto a este capítulo cobrará sentido cuando os comente lo que me pasó este finde trabajando en la oficina del centro:
El sábado, con el cuento de la S.S atendí en una mañana, a la proporción de gente que se atendería en un año mínimo. Pero lo fuerte es que una señora se me puso a llorar cuando le dí el programa de las procesiones, yo no sabía onde meterme, me interesé y ahí estuvo mi craso error, por no querer llamar más la atención, acabé arrepintiéndome, se había puesto a llorar porque como era una señora de edad, en Sevilla ponían sillas para ver las procesiones y aquí no. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYY que miedo!!! que dónde se podía sentar que ella no aguantaba de pie, que eso no era justo, que buuuuuuuuuuuaaaaaaaaa, buaaaaaaaaaaaaaaa, lagrimón por aquí, lagrimón por allá, y le dije que si alguna pasaba por alguna calle principal usara los asientos de la calle o fuera con su propia silla y ala, dejó de llorar y casi hasta se va enfadada. TOMA CASTAÑA!!! encima de dejarme con la palabra en la boca y ganas de mandarla a freir espárragos por la escenita, va y me chulea estos abuelos son {*+]&%$@¿?0=)]}.
Para rematar el fin de semana, el domingo viene una señora aparentemente normal y me pregunta que si "el ayuntamiento dispone de algún lugar acondicionado para pincharse" POR MI SANTA MADRE es que no hay nadie normal en este lugar, os juro que cualquier día empiezo como Pablo Motos y escrito las chorradas de gente de a pie en una gran ciudad.
Ala, ya me desahogué, que a gusto queda una, y que conste que sigo esperando opiones de lo que hacer con el pelo. :P
Y AHORA A DISFRUTAR DE UNAS MERECIDAS VACACIONESSSSSSSSSSSSSSSSSS
lunes, 17 de marzo de 2008
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